Mármoles Pedro Lifante
Hay lugares verdaderamente emblemáticos… Puntos de la geografía en los que el tiempo se detiene, en los que cualquier intento de movilizar las agujas del reloj resulta imposible por más que se intente. Eso sucede en Benidorm, la segunda ciudad española con más rascacielos de 150 metros, por detrás de Madrid (CTBUH, 2016): allí se respira otro ambiente, alejado de la España cotidiana, esa en la que el turista disfruta comiendo una buena paella sobre un mantel de lunares y al ritmo de flamenco. No: Benidorm va más allá de los tópicos para acoger al quinto rascacielos más alto de España, después de las cuatro torres de CTBA de Madrid, y más alto de la Comunidad Valenciana.
La provincia de Alicante alberga el Intempo, el rascacielos residencial más alto de España y segundo de la Unión Europea: la friolera de 192 metros de altura y sus 47 plantas (más cinco plantas técnicas) confirman que, cualquier cosa a su lado, puede parecer una miniatura. Está situado a una altura de 35 metros sobre el nivel del mar, en una de las zonas de menor densidad residencial, y forma parte del plan de urbanismo aprobado en la década de los 50. En su interior, el Intempo alberga un total de 269 viviendas y tres plantas de sótanos en dos torres rectas, separadas entre sí por 20 metros, y de una altura y perímetro magistrales, propios de la arquitectura técnica más innovadora. Las torres están conectadas tanto en los sótanos como en las nueve últimas plantas mediante un cono de base elíptica, peculiar geometría que simula la estructura de un reloj de arena y que obliga a que las plantas de ambas torres vayan disminuyendo su superficie en altura, a medida que las plantas del cono aumentan la suya (Gutiérrez de Tejada y Regalado, 2010).
La estructura general está realizada en hormigón armado, material de construcción de extrema solidez ya utilizado en edificios romanos que no se derrumbarán jamás (López, 2017). Las paredes laterales se observan en hormigón visto, apenas interrumpido por una pequeña ventana en cada planta, para la ventilación de los cuartos de baño, y la fachada delantera está realizada en un muro cortina discontinuo de cristal con tonalidades doradas (Gutiérrez de Tejada y Regalado, 2010), es decir: un sistema de fachada muy ligero, acristalada e independiente de los muros propios del edificio, que permite resistir la fuerza del viento y el propio peso de la fachada. De hecho, ésta fue sometida a numerosas pruebas de túnel de viento mediante una maqueta a escala, que permitió observar su buen comportamiento ante las fuertes rachas (Balaguer, 2012).
La superficie total construida supera los 36.000 metros cuadrados, y su estructura cuenta con toneladas y toneladas de acero laminado y corrugado (El Mundo, 2013). Si bien en un principio se previó instalar un muro cortina continuo, la idea fue desechada para instalar barandillas de cristal transparente en las terrazas, con el fin de dejarlas abiertas, sin renunciar así a la esbeltez propia de la construcción, un verdadero icono urbanístico. Además, el cono finalmente adoptó una configuración escalonada, todo ello por no hablar de los ascensores: si en un principio se propuso un modelo que no precisase de cuarto de máquinas, era algo inviable, por lo que se instalaron dos casetones a ambos lados, que no aparecen en el proyecto original ni en las imágenes promocionales.
En las plantas más altas, las características de cada vivienda son adaptables a las necesidades de propietario (El Mundo, 2013). Además, la previsión era de contar con dos piscinas en su exterior, zonas ajardinadas, de recreo, solárium e instalaciones deportivas, con spa, gimnasio y sauna. Igualmente, y en los sótanos, se alberga espacio para casi 400 plazas de aparcamiento, trasteros y cabinas. Las viviendas son accesibles por un total de seis ascensores, tres por torre, capaces de comunicar las distintas plantas a velocidades de vértigo, mientras las dos últimas plantas, al estar unidas en formato dúplex, incluyen cuatro ascensores particulares.
Desde el Intempo, los atardeceres son diferentes y, las sensaciones visuales, totalmente desconocidas: sus tonalidades doradas le otorgan un aura especial, majestuosa, de gran elegancia y gallardía, en un entorno en el que destaca por su altura y por su estilo, perfectamente simétrico y un símbolo indiscutible de la arquitectura técnica. Desgraciadamente, el Intempo es un claro ejemplo de la crisis económica y financiera española provocada por el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007, y así lo consideran numerosos analistas. Los planos fueron presentados un año antes, y su finalización iba a tener lugar a mediados de 2010, pero la aparición de numerosos problemas postergó su ansiada culminación. A su vez, la complejidad de la obra y los cambios sobre la marcha obligaron a coronar la estructura en 2012, varios años más tarde de la quiebra de la empresa constructora. Poco después, los estudios de arquitectura encargados de su construcción también se retiraron del proyecto, por lo que, actualmente, se han llevado a cabo el 94% de los trabajos. Finalmente, y si bien uno de los mayores acreedores trató de adjudicarse el edificio, actualmente, el procedimiento está paralizado.
Resulta inevitable no quedar embobado por el Intempo cuando se pasea por la Playa de Poniente: es imposible no acudir hasta la misma base del edificio para tomar unas fotografías de este gigante de la construcción, manifestación indiscutible de la perfección geométrica y la ingeniería de la edificación. Allí… El tiempo se detiene para observar las bondades de la arquitectura técnica más vanguardista.
REFERENCIAS
Balaguer, A. (2012, 19 de enero). La arquitectura del vértigo [en línea]. El País. Recuperado de: https://elpais.com/diario/2012/01/15/cvalenciana/1326658689_850215.html.
CTBUH (2016). Web oficial [en línea]. Recuperado de: http://www.ctbuh.org/.
El Mundo (2013, 12 de mayo). Así será el Intempo, el edificio residencial más alto de España [en línea]. El Mundo. Recuperado de: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/05/10/alicante/1368204462.html.
Gutiérrez de Tejada, E. y Regalado. F. (2010). Intempo: estructura de un edificio de 180 metros de altura [en línea]. Hormigón y Acero, 61 (257): 41-55. Recuperado de: http://e-ache.com/modules/hormigonyacero/pdf.php?id=257.
López, G. (2017, 5 de julio). El hormigón: el secreto de los edificios romanos que no se derrumbarán jamás [en línea]. De Bacterias y Batallas – ABC Blogs. Recuperado de: http://abcblogs.abc.es/bacterias-batallas/2017/07/05/hormigon-edificios-romanos/.
Sánchez, J. (2015). Intempo amaneciendo [fotografía]. Recuperado de: https://www.flickr.com/.
Sanz, E. (2017, 1 de junio). Sareb no se adjudicará el rascacielos de Benidorm hasta el fin de la batalla judicial [en línea]. El Confidencial. Recuperado de: https://www.elconfidencial.com/vivienda/2017-06-01/intempo-benidorm-sareb-adjudicacion-acreedores-rascacielos_1391893/.
Zamora, E. (2014). Intempo Benidorm [fotografía]. Recuperado de: https://www.flickr.com/.